Ser maestra de niños de 0 a 6 años, reviste una enorme responsabilidad, coherencia y creatividad.
La estructura mental de los niños, requiere que diariamente se incorporen experiencias  novedosas, que le permitan potenciar constructos como la inteligencia, personalidad y creatividad, entre otros.

Es importante que se introduzcan de forma constante y dosificada, actividades y tareas que sean de interés para los niños.

El ojo , el oído y el tacto docente deben ser muy afinados para detectar los intereses específicos particulares y colectivos de los niños,  ya que partiendo de esto y del conocimiento de las características evolutivas de los niños se evidenciarán los aprendizajes que se traducirán en cambios de comportamientos, actitudes, habilidades y competencias.

El elemento "sorpresa" en la actividades propuestas en el aula,  tiene como objetivo principal la liberación repentina del sentimientos y emociones que predispongan a cada niño aprender.

Es evidente que sería complejo hacer y tener recursos novedosos todos los días como sorpresas,  porque  revisten inversión de tiempo extra y quizás también gastos de dinero; no obstante,  existen un sinfín de recursos que no representan gastos.

Tipos de "sorpresas" que puedes aplicar sin gasto alguno.

1.- Sorpresas verbales:  se trata de la aplicación de nuevos recursos pedagógicos de contenido emotivo, enérgico , como poesías, canciones, cuentos, historias cortas,  que deben ir acompañados con dinámicas, modulaciones de voces, gestos exagerados.

También sinceros halagos sobre una característica del niño como su cabello, su perfume,  por su trabajos realizados.

2.- Sorpresas táctiles: estas sorpresas tienen que ver con caricias, dinámicas de abrazos, juegos en el piso, masajes corporales, dinámicas y  juegos como el toqui-toqui, juegos con sábanas, saltar, bailar y otros. Y todo lo que no se acostumbra a diario.

3.-  Sorpresas Auditivas: regularmente en gran medida es la maestra   la que inicia las  canciones, las conversaciones y dirige al grupo.  Sería una sorpresa cambiar roles y que sea el grupo quien de vez en cuando lleve la dirección de algunas actividades.

Los niños son potencialmente capaces, lo que debemos hacer los adultos es darles permisos más continuos que permitan fomentar su autonomía e iniciativa.

Estas pequeñas grandes sorpresas no serán olvidadas por los niños aun cuando crezca.

Maestra, cuando siembras los mejor en un niño, estarás sembrando en un corazón fértil, que será capaz de dar grandes y maravillosos frutos.  ¡Adelante!


Sandra Garrido