Cuento infantil

    El cuento de "Anita y sus amigos" se convierte en un recurso de nueva tendencia tomando en cuenta el entorno natural en el cual se desarrolla.  Esta nueva metodología de usar escenarios naturales para el aprendizaje infantil sigue cobrando relevancia.

Que podemos trabajar con los niños a través de este cuento:

  1. Amor y respeto por la naturaleza.
  2. Expresión de diversas emociones y sentimientos.
  3.  Procesos básicos del pensamiento como: reflexión, análisis, imaginación, fantasía entre otros.
  4. En su trasfondo más sencillo denota que cada uno de los personajes tiene un lugar que ocupar en la vida y un propósito que cumplir.
  5. Celebra la vida.
  6. Unión familiar.
  7. Promueve buenas relaciones familiares.
  8. Se pueden realizar muchas actividades con los niños ya que es una fuente de diversos aprendizajes. 

ANITA Y SUS AMIGOS 

Había una vez una niña llamada Anita. Vivía con su mamá y su papá en una casa muy bonita y ordenada. Anita era  muy feliz porque tenía amigos con los que podía conversar; parecerá algo extraño,  pero Anita podía hablar con los animales?

 ¡Si, con los animales!

            El día del cumpleaños de Anita, su mamá  le regaló un lindo par de zapatos y le dijo que irían de paseo al lugar favorito de la niña: El zoológico.

Cuando llegaron  al zoológico, la pequeña Anita contemplaba el paisaje, los árboles y muy cariñosamente a sus amigos que allí vivían.

            Mientras disfrutaba del paseo caminando por todo el parque, sin querer, pisó con su zapato nuevo a una hormiguita que llevaba un pedacito de pan en su lomito. Al ver lo que le había hecho a la hormiguita, se inclinó para ayudarla,  pero la diminuta hormiga le dijo muy gruñona:


- “Si fuera tan grande como el oso goloso nadie podría pisarme” – Anita le contesto:

- “No quieras ser como el oso goloso porque al oso goloso, todos los niños le tienen miedo”.

- “Tienes razón” – reflexionó la diminuta hormiga; y tomando su pedacito de pan continuo su camino a la cueva donde almacenaba su comida.

Anita había pasado un maravilloso día.

    Cuando casi finalizaba el paseo, Anita vio que unos niños lanzaban piedras a los monitos de la laguna. Corriendo,  llegó a donde estaban los monitos, pero los niños se fueron presurosos porque Anita se enojó mucho.

Los monitos dieron las gracias a la niña por salvarlos de las piedras y le dijeron:

- “¡Ojala fuéramos como las palomas que pueden volar a donde quieran y las piedras no las alcanzan!”

- “Si no fueran monitos,  ¿Quién nos haría reír con sus gracias y sus brincos? Faltaría la alegría en este bello parque”  fue la respuesta de Anita.

- “Es verdad” – Dijeron los monitos. Y después de mucho jugar, se despidieron de la niña, brincando sobre los árboles y cuerdas haciendo reír a los que por allí pasaban.

Cuando terminó el paseo, la amable niña volvió a su casa, donde hicieron un festejo por su cumpleaños con un pastel y lindos regalos.


Ese día había sido muy feliz para Anita.

FÍN

Autora: Sandra Garrido Ojeda.