La educación emocional es el pilar número uno, en la formación personal y social de los niños.
Para comprender y gestionar sus emociones, el niño debe reconocerlas.
Que tu y el niño reconozca la emoción que está experimentando, te permitirá como adulto, aplicar la interacción idónea para que el niño gestione y desarrolle una actitud asertiva en su desarrollo emocional a corto y largo plazo.
Puntualizando
Antes de dejar el paso a paso de esta estrategia que diseñé y le puse por nombre BALLOONFACE, me permitiré hacer algunas puntualizaciones y con ellas te hago algunos recordatorios:
Desde sus primeros años de vida, la persona experimentará diversas emociones que traerán consigo efectos sobre el cuerpo ( células, músculos, cerebro, etc), que a su vez tendrán impacto en sus relaciones personales ( actitud y convivencia). De allí la gran importancia del reconocimiento y gestión de las mismas.
Estar dotados de emociones es de gran valor para el ser. En razón de esto, es vital que desde que el niño manifieste sus emociones, el adulto esté presto para ayudarle y apoyarle.
Por ejemplo: Si el niño se presenta triste en el salón o en casa, es necesario ayudarle a reconocer que lo está; es importante darle valor a su emoción de tristeza y aplicando una valiosa comunicación a través de la técnica de las preguntas, en un clima de amor, respeto y límites bien establecidos: ¿Quieres contarme que te ha hecho estar triste? Con esta pregunta ya el niño le puede dar nombre a lo que siente en ese momento y lo reconocerá a medida que crece.
Otra pregunta esencial es saber que propone o desea hacer para mejorar sentirse más cómodo frente a la emoción. ¿Que te gustaría hacer? Si no contesta, puedes preguntar: ¿Te gustaría salir a caminar un rato? ¿Quisieras jugar un rato con la pelota y conmigo?
Estas alternativas tal vez no solventen las causas, sin embargo, si le puede hacer sentir acompañado, para salir del momento álgido, pudiendo luego tener mayor claridad para conocer las causas y solucionarlas.
Lo más importante es ayudar a mejorar la condición primaria y luego tener la posibilidad de resolver el conflicto desencadenante.
Abrazar, brindar una mano amiga, un tono amable y preguntas adecuadas y asertivas, son algunas maneras de ayudar a gestionar las emociones de los niños.
Ahora si...la estrategia BALLOONFACE
Como su nombre en Inglés: balloon (globo) face (cara) y como la imagen lo indican, se trata de globos con las emociones que más comúnmente pueden aparecer en la sala de clases o en el hogar, a las que se les suele llamar: positivas y negativas.
- Diseña las emociones en el globo inflado; puedes hacerlo con marcadores o plumones, temperas o previamente hechos en papel y pegarlos...o como tu mejor desees. Puedes usar tantos globos desees. los globos de colores imprimen a la actividad más vistosidad.
- Luego si lo deseas conversa con el niño sobre la emoción de cada globo: aquí puedes hacerlo tipo cuento, usando gestos y tonos de acuerdo a la emoción del globo; también puedes cantar una canción o recitar una poesía.
- Como tercer paso puedes preguntarle al niño o niños (según la edad), con que globo se identifica; en este caso puedes seguir preguntando porqué se sienten así. Si contesta o no contesta, úsalo para ir evaluando; en este caso tu sabrás si seguir indagando con preguntas o solo brindar un abrazo y comprensión.
- Ya por último y más divertido es ir explotando los globos (si no les disgusta la explosión, permite que lo hagan ellos) con las emociones más negativas, ya que por lo general, los niños se identifican casi todos con la cara sonriente...y es que el estado casi constante del niño es sonriendo, actitud digna de imitar por los adultos. ¡¡¡SONRÍE!!!!!
También te dejo una imagen imprimible para que el niño identifique su emoción con un color.
Si aplicas esta sencilla estrategia del BALLOONFACE, vuelve y déjame un comentario.
