El término “niño” viene del latín infans que significa “el que no habla”. Los romanos utilizaban este término para designar a las personas desde su nacimiento hasta los 7 años de edad.

La Convención de los Derechos del Niño de 1989 define el término “niño” de forma más precisa:


“[…] un niño es todo ser humano menor de dieciocho años de edad, salvo que, en virtud de la ley que le sea aplicable, haya alcanzado antes la mayoría de edad.”




La Conferencia Mundial Educación para Todos en Jomtien (1990), incluyó como una

de sus conclusiones:…“El aprendizaje comienza desde el nacimiento. Ello exige el cuidado

temprano y la educación inicial de la infancia, lo que puede conseguirse mediante medidas
destinadas a la familia, la comunidad o la instituciones según convenga”